lunes, 27 de agosto de 2018

IMAGINANTES. El Hombre Ilustrado. Ray Bradbury

La literatura de denuncia social ofrece un análisis crítico de su época y la convierte en un disparador de la reflexión acerca de la sociedad.


El realismo social   
 Carlos Navarro

El realismo social es la etiqueta que designa a aquellas obras que en los años 50 y principio de los 60, se alejan de la literatura de tono triunfal o de simple evasión típicas de la literatura de posguerra, y tratan de reproducir fielmente la realidad social en la que se encuentran: intención social y estética realista son las dos características básicas de esta literatura.

 
 

El Realismo y la crítica social
Resultado de imagen para SIN PAN Y SIN TRABAJO

                                      Ernesto de la Cárcova, Sin pan y sin trabajo.


Se denominó Realismo a la corriente literaria posromántica que floreció en Europa durante la segunda mitad del siglo XIX, después de las Revoluciones de 1848, a la luz de cambios sociales ( afianzamiento del poder de la burguesía, la industrialización, y el nacimiento de una nueva clase social: el proletariado) y de nuevas concepciones filosóficas (positivismo).
 
En la obra literaria aparece el mundo humano y material con sus lacras, bajezas e hipocresías. El escritor suele mostrar su sentido ético, que cuestiona la sociedad en que vive. Los artistas del siglo XIX, con su deseo de darle un sentido social a la literatura, describieron y denunciaron los males de su tiempo. El proletariado, el pobre, el marginal, tendrá su lugar en el arte del siglo XIX, lo mismo que los grandes burgueses.

 .
El realismo como movimiento estético no abarca sólo a la literatura. La pintura realista tiene iguales objetivos en cuanto al deseo de reflejar la realidad en forma objetiva y mostrar los conflictos sociales, vayan como ejemplos las obras de dos pintores argentinos: Ernesto de la Cárcova (1866-1927) Sin pan y sin trabajo y La sopa de los pobres (Venecia) (1884) de Reynaldo Giudici (1853-1921).

Resultado de imagen para la sopa  de los pobres
La sopa de los pobres, Reynaldo Giudici 

 


UN HOMBRE PASA CON UN PAN AL HOMBRO, C.Vallejo

 UN HOMBRE PASA CON UN PAN AL HOMBRO

Un hombre pasa con un pan al hombro
¿Voy a escribir, después, sobre mi doble?

Otro se sienta, ráscase, extrae un piojo de su axila, mátalo
¿Con qué valor hablar del psicoanálisis?

Otro ha entrado en mi pecho con un palo en la mano
¿Hablar luego de Sócrates al médico?

Un cojo pasa dando el brazo a un niño
¿Voy, después, a leer a André Bretón?

Otro tiembla de frío, tose, escupe sangre
¿Cabrá aludir jamás al Yo profundo?

Otro busca en el fango huesos, cáscaras
¿Cómo escribir, después del infinito?

Un albañil cae de un techo, muere y ya no almuerza
¿Innovar, luego, el tropo, la metáfora?

Un comerciante roba un gramo en el peso a un cliente
¿Hablar, después, de cuarta dimensión?

Un banquero falsea su balance
¿Con qué cara llorar en el teatro?

Un paria duerme con el pie a la espalda
¿Hablar, después, a nadie de Picasso?

Alguien va en un entierro sollozando
¿Cómo luego ingresar a la Academia?

Alguien limpia un fusil en su cocina
¿Con qué valor hablar del más allá?

Alguien pasa contando con sus dedos
¿Cómo hablar del no-yó sin dar un grito?


                                             César Vallejo




LOS NADIES, E.Galeano

Resultado de imagen para LOS NADIES EDUARDO GALEANO


Sueñan las pulgas con comprarse un perro
y sueñan los nadies con salir de pobres,
que algún mágico día
llueva de pronto la buena suerte,
que llueva a cántaros la buena suerte;
pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy,
ni mañana, ni nunca,
ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, 
por mucho que los nadies la llamen
y aunque les pique la mano izquierda,
o se levanten con el pie derecho,
o empiecen el año cambiando de escoba.

Los nadies: los hijos de nadie,
los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, 
corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, 
rejodidos:

Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones,
sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos,
sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal,
sino en la crónica roja de la prensa local.
Los nadies,
que cuestan menos
que la bala que los mata